“Un guía que me siga”. Donna Williams.
Desde TEAdir Euskadi queremos aprovechar la ocasión de la celebración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para compartir una reflexión.
Desde el 2 de abril de 2020 hasta hoy hemos vivido un año individual y colectivamente difícil, un año que pasará a la historia de la humanidad y que marcará también nuestras propias historias individuales.
Pero no queremos insistir hoy en reflexiones que en estos días ya se están haciendo y, por el contrario, queremos compartiros algo que hemos hecho mucho en estos meses en nuestras casas. Algo que nos ha permitido apreciar una sociedad que va mirando mejor al TEA.
En estos meses de sofá y tele, hemos recordado de nuevo las vicisitudes de Adrian Monk (Monk), nos hemos divertido con Sheldon Cooper (The Big Bang Theory), metido en un quirófano con Shaun Murphy (The Good Doctor) o enternecido con Sam Gardner (Atípico).
Con más o menos acierto, con más o menor rigor, con más o menos romanticismo, con más o menos precisión… estas series nos muestran una realidad de personas diferentes, con innegables dificultades, pero también con capacidades, personalidad y dignidad propias.
Pero, hoy, 2 de abril de 2021, en TEAdir Euskadi queremos reconocer, alabar, valorar y agradecer el papel de esos otros personajes, los secundarios de estas series, que las familias de personas con TEA amamos en cuanto empezamos a vislumbrar. Son, en palabras de Donna Williams, las y los guías que siguen al protagonista. La asistente, el jefe, el amigo, la compañera, la terapeuta, el colega, la novia, el tutor, la hermana, el padre, la madre… esas gentes que se han acercado tanto como para mirar a los ojos a la persona por encima de su TEA. Son quienes no olvidan las dificultades de Adrian, de Sheldon, de Sahun o de Sam y que los tratan teniéndolas en cuenta, pero desde el reconocimiento de un igual. Son quienes se acercan sin miedo, sin prejuicios… libres.
Y es que ya lo decía Marcel Proust: “El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos, sino en tener nuevos ojos”.
Las personas que miran con esos nuevos ojos son las que descubren a quienes tienen TEA. Los medios de comunicación que activamente introducen una nueva mirada son los que ayudan a la sociedad a ver mejor. Las instituciones que miran y escuchan lo que las familias tenemos que decir son las que deben diseñar estrategias y recursos para que nuestros hijos e hijas vivan vidas plenas en esta sociedad que es tan suya como nuestra.
Sabemos que no podemos bajar la guardia, que aún hay mucho que hacer ver para mucho por cambiar. Sabemos que no debemos quedarnos en la superficie de una moda o de un canto de corrección a lo diverso.
Pero
hoy queremos celebrar que una nueva mirada se vaya abriendo camino.
Porque desde ella podremos ofrecer una mejor vida a las personas con
TEA. Desde ella podremos suavizar las dificultades de las familias
que cada año se incorporan a este tortuoso camino. Pero también
porque esa mirada nos hará mejor sociedad: la de la comunidad de
personas que se complementan y se cuidan.