Posición de Teadir Euskadi ante algunas noticias aparecidas en los medios de comunicación.

Desde la Asociación Teadir Euskadi queremos expresar nuestro malestar por
el tratamiento que, con relativa frecuencia, se da a los desórdenes mentales
y concretamente a los autismos.
Las personas con un trastorno del espectro autista, TEA, y sus familiares nos
vemos afectados por la desinformación que existe en la sociedad. A esta
desinformación hay que añadir el hecho de que, en las escasas ocasiones en
las que este tema es tratado en los medios de comunicación, esto sea
llevado a cabo de manera banal, cayendo en los tópicos generados desde la
desinformación; permitiendo expresar opiniones y juicios de valor a
personas carentes de cualquier autoridad en la materia, produciendo entre
la opinión pública, cuando menos, sentimientos de temor, desconfianza e
inseguridad, introduciendo confusión y creando una alarma social respecto a
la posibilidad de que sujetos con estos trastornos generen una violencia de
la que la realidad y los estudios, tanto clínicos como estadísticos, no hacen
sino confirmar su absoluta falsedad.
Como asociación formada por padres, madres y personas íntimamente
comprometidas con el mundo de los autismos nos sentimos profundamente
dolidos por este tipo de situaciones en las que se da voz a personas que
hacen alarde de grandes dosis de ignorancia activa en lo referido al entorno
de la salud mental.
Así pues, es nuestro deseo hacer un llamamiento a los medios de
comunicación para tratar al autismo como se merece, con rigor y respeto
proporcionando una información veraz y pertinente que favorezca y facilite
la comprensión de la sociedad acerca de la realidad de las personas con
TEA.
Les pedimos que contrasten las opiniones dando voz a los diferentes grupos
y asociaciones para que puedan dar idea de las diferentes orientaciones
existentes y que condicionan, por ende, las diferentes maneras de ver y
entender el autismo.
Ha llegado el momento de mostrarnos en público para que la sociedad se
haga consciente de que existe un colectivo olvidado y marginado que, aún
así, tiene mucho que decir.
Un colectivo formado por niños y niñas, pero también por adolescentes,
jóvenes y adultos que trabajan a diario, con un trabajo duro, constante,
incansable, para demostrarnos que también pertenecen a nuestra sociedad,
dándonos permanentemente ejemplo de su esfuerzo y decisión de incluirse
como uno más desde su particular modo de estar en el mundo.
Un colectivo formado por personas a las que si prestamos la debida
atención son capaces de transportarnos más allá de nosotros mismos para
mostrarnos la inmensa riqueza de su ser.
La verdadera cuestión no está en que ellos no quieran mirarnos, sino en
nuestra negativa a verlos.